HISTORIA DE LA HIDROPONIA Y DE LA NUTRICION VEGETAL

Por: Gustavo Salazar Molina
Dr. Calderón Laboratorios Ltda.,
Mayo 27 de 2001
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PASADO

Cuando escuchamos la palabra hidroponía, generalmente asociamos esta forma de cultivo con grandes invernaderos plantas cultivadas en el espacio exterior y el empleo de la más compleja tecnología; sin embargo, los orígenes de la hidroponía son muy antiguos y esta puede ser desarrollada de la manera más simple y económica hasta la más compleja y costosa.

Cuando el Rey Nabucodonosor II, hacia el Siglo VI a. d. C., quiso complacer a su esposa Amytis, recreando en su ciudad montes y colinas de exuberante vegetación, nunca imaginó que estaba construyendo una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y mucho menos que los Jardines Colgantes de Babilonia, serían considerados miles de años más tarde como el primer cultivo hidropónico del que la humanidad tenga conocimiento. La antigua Babilonia, localizada a orilla del Río Eufrates, poseía el más extraordinario jardín en terrazas de piedra, colocadas en forma escalonada, en las que se plantaron árboles, flores y arbustos, los que eran regados a través de una especie de noria que llevaba el agua desde un pozo hasta el lugar más alto del jardín. La vegetación era tan desarrollada que se alcanzaba a observar desde afuera a pesar de las dobles murallas de la ciudad.

Otro ejemplo ancestral de hidroponía son los Jardines Flotantes de los Aztecas, llamados chinampas. Las chinampas se constituyeron en el más eficiente sistema de producción en agua conocido hasta entonces; surgió como la respuesta creativa de Los Aztecas ante la presión de las tribus rivales, que los desplazó hacia el lago, dejándolos sin tierra suficiente para cultivar. Aunque posteriormente los Aztecas lograron derrotar a sus opresores, nunca abandonaron los cultivos establecidos en el lago. Las chinampas eran balsas construidas con cañas y bejucos, que flotaban en el Lago Tenochtitlán (México), estas se llenaban con lodo extraído del fondo poco profundo del lago, rico en materiales orgánicos que suministraba los nutrientes requeridos por las plantas; las raíces traspasaban el fondo de la balsa y extraían directamente del lago el agua necesaria para su desarrollo. Una variante de chinampa consistía en un armazón sobre el cual se acumulaban capas de lodo para contar con tierra de labrantía y proveerse de alimentos; para afianzar la chinampa al subsuelo, se clavaban estacas o troncos de árboles llamados "huejotes", que al enraizarse daban estabilidad al terreno. Entre las chinampas habían canales por los cuales fluía el agua. Mediante este sistema los mexicas ganaron terreno al lago; hoy en día, en la zona de Xochimilco, aún pueden observarse estas chinampas.

Años más adelante, en la época del descubrimiento y la conquista por parte del imperio español, los colonizadores no salían del asombro al encontrar un sistema de siembra tan desarrollado como el que tenían los Aztecas, los cronistas de la época lo describen como un gran conjunto de islas flotantes, llenas de hortalizas, verduras, flores e incluso árboles, que en los días de mercado podían acercarse a la orilla para ser cosechadas, era algo realmente sorprendente. :pesde hace más de 570 millones de años, en el período Cambriano de la Era Paleozoica, plantas ancestrales crecían en los primitivos océanos, en medio del más grande ambiente hidropónico natural. Actualmente, más del 70% de la vegetación existente en el planeta es hidropónica, ya que crece en los océanos y demás cuerpos de agua de la tierra.

Desde épocas inmemoriales las mayores extensiones de arroz (Oriza sativa), son cultivadas mediante este sistema. De igual forma, los Jardines Flotantes de China, son considerados hidropónicos, al igual que las formas de cultivo que se emplean desde hace varios siglos en Cachemira. Se afirma también que los a

ntiguos egipcios, cultivaban plantas a través de un primitivo esquema hidropónico, a orillas del Río Nilo. Sigamos rápidamente el desarrollo de la nutrición vegetal y los cultivos hidropónicos a lo largo del tiempo:

Demócrito (460-370 A.d. C), filósofo griego, contribuyó con su teoría atómica a sentar las bases del materialismo y del desarrollo posterior de ciencias como la química y la física.

Aristóteles (384-322 A. d. C.), afirmaba que la materia estaba conformada por 4 elementos, esta teoría mantuvo su vigencia por más de 1900 años. Teofrasto (327-287 A. d. C.) inició en su época los primeros experimentos de nutrición vegetal. Luego, Dioscórides, durante el primer siglo D.C., inicia el estudio de las plantas, convirtiéndose en uno de los precursores de la botánica.

Welcome to Exploring Leonardo

cluso, Leonardo Da Vinci, (1452-1519), el genio más grande del renacimiento, fue atraído a investigar sobre la anatomía y los componentes de las plantas y entre sus múltiples investigaciones y experimentos, realizó uno muy parecidos a los que posteriormente realizaría J. B. Von Helmont.

Jan Baptista Van Heltmon (1557-1644), médico nacido en Bruselas, fue el primero en emplear el término "gas" para las sustancias pertenecientes a la familia del dióxido de carbono. Además, inició el estudio científico que inspiró el descubrimiento de los nutrientes que conforman las plantas, a través de su clásico experimento, consistente en sembrar un retoño de sauce de 5 libras en un recipiente con 200 libras de tierra seca, la que cubrió para mantenerla aislada del polvo; al cabo de 5 años, en los que regó regularmente con agua lluvia, la planta de sauce, encontró que este había aumentado 155 libras y que la tierra en la que estaba sembrado había perdido solamente 2 onzas. Heltmont concluyó que las plantas obtienen sustancias del agua, para su crecimiento; sin embargo, ignoró el aporte de la tierra y del aire, en el crecimiento de las plantas.

John Woodward (1665-1728), profesor y médico de la Universidad de Cambridge, hacia 1699 realizó un experimento, el que consistió en cultivar durante 77 días plantas en agua que contenían varios tipos de tierra; es decir, Woodward sin saberlo, había desarrollado la primera solución de nutrientes hidropónica artificial. Al terminar el experimento comprobó que las plantas que más se desarrollaron fueron las que crecieron en las soluciones en donde había mayor cantidad de tierra y agua sucia, manifestando que: "es muy razonable inferir que la tierra y no el agua es la materia que constituye a las plantas ... el agua sirve solamente como vehículo para que el material terrestre pueda formar el tejido vegetal". Posteriormente, es especial fisiólogos europeos avanzaron en el conocimiento de las plantas y su nutrición; por ejemplo se demostró que el agua es absorbida principalmente por la raíces, atraviesa el sistema capilar de la planta y luego escapa al aire a través de los poros de las hojas. También se comprobó que las plantas absorben minerales tanto del suelo como del agua, que las hojas liberan dióxido de carbono y que las raíces también pueden absorber oxígeno del aire.

Stephen Hayles

  Stephen Hales
Vegetable Staticks

Stephen Hales (1677-1761), clérigo inglés y uno de los más famosos científicos británicos de su tiempo, estudió la circulación de la savia en la planta y publicó en 1727 su libro de fisiología "Vegetable Staticks", en el cual describe una gran cantidad de ingeniosos y simples experimentos; estudió los estomas de las hojas y midió entre otras cosas, la transpiración de las plantas, la presión radicular y descubrió que las plantas absorben un gas del aire, el que hoy sabemos es el dióxido de carbono. Hales llamó la atención científica al afirmar que el aire participa en el proceso de nutrición de las plantas con un alto nivel de dióxido de carbono, ésta absorbe gradualmente el dióxido de carbono y libera oxígeno.

Posteriormente, Jean Ingen-Housz, basado en los trabajos de Priestley, demostró que al colocar una planta en una cámara llena de dióxido de carbono, la planta era capaz de reemplazar el dióxido de carbono con oxígeno, varias horas después, si la cámara era expuesta a la luz solar, comprobando que las partes verdes de la planta eran las responsables de esta transformación y que ante una luz más intensa el proceso se desarrollaba con más rapidez.

Jean Serebier (1742-1809), clérigo y científico Suizo, encontró que la cantidad de oxígeno desprendida por las hojas sumergidas era proporcional a la cantidad de anhídrido carbónico disuelto en el agua. Fue el primer científico que tuvo una visión clara sobre la fotosíntesis.

Antoine L. Lavoiser (1743-1794), químico Francés, sentó los fundamentos de la química moderna; diseñó la nomenclatura química de los elementos; sentó las bases en que se fundamentan la química, la fisiología y la bioquímica moderna. En 1804, Nicolas De Saussure (1767-1845), científico Suizo, manifestó que las plantas están compuestas de minerales y elementos químicos obtenidos del agua, la tierra y aire.

Hacia 1842 se publicó la primera lista que incluía nueve elementos considerados esenciales para el crecimiento de las plantas. Carl. S. Sprengel (1787-1895) y A. F. Wiegman (1771-1853), fisiólogos vegetales de origen alemán, profundizaron las investigaciones de De Saussure, sobre la "ley del mínimo", comprobando que aunque un suelo tuviese todos los minerales necesarios para el desarrollo de las plantas podía ser improductivo, si faltaba un solo elemento esencial, o si este se encontraba presente en muy baja cantidad.

Años más tarde, en 1851, Jean Baptiste Boussingault (1802-1887), un científico francés dedicado al estudio de la química agrícola y conocido como el fundador de la agricultura como ciencia, confirmó las apreciaciones de De Saussure, a través de sus experimentos con medios inertes. Boussingault ideó varias soluciones nutritivas a base de agua y diferentes combinaciones de elementos puros obtenidos de la tierra, arena, cuarzo y carbón de leña, a los que agregó soluciones de composición química conocida; concluyó que el agua era esencial para crecimiento de las plantas al suministrar hidrógeno y que la materia seca de la planta está constituida por carbono, hidrógeno y oxígeno, provenientes del aire.

Boussingault, comprobó que las plantas contienen nitrógeno y otros elementos minerales que extraen de la tierra; de igual forma, identificó los elementos minerales y las proporciones que de cada elemento necesitan las plantas para su crecimiento; igualmente, publicó numerosas tablas sobre la composición de las cosechas y calculó la cantidad de varios elementos removidos por hectárea; obtuvo además, la primera evidencia sobre la fijación de nitrógeno por parte de las leguminosas.

Simultáneamente, Justus Von Liebig (1803-1873), investigador alemán, desarrolló su teoría mineral de los fertilizantes y afirmó que el suelo aportaba solamente compuestos solubles e inorgánicos, en contraposición a la teoría del humus, que era la más aceptada en ese momento, que consideraba que la materia orgánica del suelo era la única fuente del carbón que absorbían las plantas. Salm-Horsmar, en 1856 desarrolló nuevas técnicas para el uso de arena y otros sustratos inertes en el cultivo de las plantas.

Todos estos avances y conocimientos fueron profundizados por Julius Von Sachs (1832-1897), profesor de Botánica en la Universidad de Wurzburg y W. Knop, químico agrícola, conocido como "El Padre de la Cultura del Agua". En 1860, Sachs publicó la primera fórmula estándar para una solución de nutrientes que podría disolverse en agua y en la que podrían crecer plantas con éxito. Hacia 1861, Knop desarrolló la técnica de cultivo en solución nutritiva, metodología usada a partir de entonces en los laboratorios de fisiología para investigar sobre la nutrición vegetal.

Hellriegel y Wilfarth, en 1886, descubrieron el papel de las bacterias en los núcleos de las raíces de las leguminosas.

Todo este desarrollo terminó con la larga búsqueda de los nutrientes que conforman las plantas y condujo a la elaboración de soluciones nutritivas que permiten el crecimiento y producción de los cultivos a partir de sales de nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), azufre (S) y magnesio (Mg), definidos como elementos mayores o macronutrientes, porque la planta los requiere en cantidades relativamente grandes. Varias décadas después, en la medida que fue avanzando el conocimiento de la química y se perfeccionaron las técnicas de laboratorio y los equipos, científicos de diferentes partes del mundo, descubrieron que las plantas requieren cantidades relativamente pequeñas de siete elementos más, conocidos como elementos menores ó microelementos, estos son: hierro (Fe), manganeso (Mn), boro (B), zinc (Zn), cobre (Cu), molibdeno (Mo) y cloro (Cl).

Entre los investigadores que contribuyeron a perfeccionar dicho conocimiento encontramos a Handke, Stohman, Nobbe, Pfeffer y V.D. Crone. Merece especial referencia las formulaciones nutritivas desarrolladas por Tollens (1882), Tottingham (1914), Shive (1915), Hoagland (1919), Deutschmann (1932), Trelease (1933), Arnon (1938) y Robbins (1946), muchas de las cuales son usadas aún como base para la investigación académica y la formulación de soluciones nutritivas a nivel experimental y comercial. Como resultado de todo este proceso, los investigadores se dieron cuenta de la posibilidad de prescindir del suelo en cultivos experimentales y del gran potencial que esto representaba para la agricultura, lo que posteriormente condujo su expansión a nivel comercial.

Uno de los investigadores que más influyó en este campo, fue William Frederick Gericke, profesor de la Universidad de California en Berkeley, quien durante la década de 1930, aparte de haber dado el nombre a esta ciencia al unir las raíces griegas hydro (agua) y ponos (trabajo), lo que significa literalmente "trabajo en agua", también desarrolló experimentos comerciales a gran escala en donde cultivo con éxito tomates, lechugas y verduras, raíces y tubérculos como remolachas, rábanos, zanahorias y papas, también frutas ornamentales y flores.

El profesor Gericke, utilizaba tanques grandes en los que colocaba mallas finas de alambre, con una cubierta de paja, que sostenía las raíces de las plantas y les permitía llegar a l fondo, en donde se encontraba la solución nutriente, las plantas eran sostenidas por un sistema de hilos y tutores. Sus experimentos lograron tanto éxito que su trabajo fue profusamente difundido por la prensa, como " El Descubrimiento del Siglo", lo que motivó un gran interés de los norteamericanos por tener cultivos similares en sus casas y fincas; sin embargo, este sistema exigía un gran conocimiento técnico, que la mayoría de sus simpatizantes no poseían; y además, surgió una "industria" que aprovechó el boom de los cultivos hidropónicos y vendió equipos inútiles y materiales e insumos inapropiados para esta actividad, lo que decepcionó a muchas personas que se vieron afectadas y engañadas.

Sin embargo, en 1936, Gericke y J. R. Travernetti publicaron el registro de sus éxitos en el cultivo de tomates en agua y solución nutriente, lo que motivó la experimentación por parte de empresas comerciales, científicos y agrónomos de otras universidades e instituciones, con el propósito de mejorar los procedimientos propuestos por Gericke. Desde ese momento, empezaron a surgir unidades hidropónicas a gran escala que extendieron por Estados Unidos, Europa, Hawai, Israel, Japón, India, México y Puerto Rico. Robert B. y Alice P. Withrow, investigadores de la Universidad de Purdue, a comienzos de la década de 1940, desarrollaron un método hidropónico (nutricultura) que empleaba arena gruesa y graba como sustrato, al que inundaban con solución nutriente y drenaban alternativamente para favorecer la respiración de las raíces y el desarrollo de las plantas.

La técnica de Gericke, con algunas modificaciones, fue utilizada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para proveer de verduras frescas, a las tropas acantonadas en islas coralinas de El Pacífico, hacia 1945. Entre estas experiencias se encuentran las de la Isla de Ascensión en el Atlántico Sur, las islas Iwo Jima y Okinawa, en El Pacífico, la Isla de la Estela, un atolón en el oeste de Hawai y el establecimiento de un proyecto hidropónico de 22 hectáreas en Chofu, Japón.

La aerolínea Pan-Am (Pan Americam Airways) también estableció un centro de cultivos hidropónicos en la Isla Wake, en medio del Océano Pacífico, para suministrar regularmente verduras frescas a sus pasajeros y tripulantes. El Ministerio Británico de Agricultura se interesó por la hidroponía y la utilizó en su campaña "Grow-More-Food" (Cultivar Más Comida), entre 1939 y 1945, en plena II Guerra Mundial. También, el Ministerio Aéreo de Londres, en 1945 estableció una plantación hidropónica en la base militar del desierto de Habbaniya en Irak, y en la isla de Bahrein en el Golfo Pérsico, con lo que favoreció un punto estratégico para las comunicaciones aliadas. El Ejército Norteamericano, después de la II Guerra Mundial, continuó cultivando verduras hidropónicas en muchas de sus bases militares durante más de 20 años y aún hoy, emplea esta técnica en muchos lugares del mundo.

A partir de 1950 el incremento de las plantaciones hidropónicas se extendido por todo el mundo y en especial ha servido para ampliar habilitar áreas en donde la agricultura tradicional era imposible de practicar (zonas desérticas, contaminadas, con poca disponibilidad de agua, etc.). Se destacan plantaciones en países como Japón, Holanda, Francia, Inglaterra, Nueva Zelanda, Australia, Alemania, Italia, España, Suecia, Rusia, Sudáfrica e Israel.

A pesar de todos los avances descritos, la hidroponía enfrentaba aún graves inconvenientes, a causa del hormigón utilizado en las camas de siembra que contaminaba con carbonatos la solución nutriente y al deterioro ocasionado por esta a las tuberías galvanizadas, a las instalaciones y equipos metálicos, aparte de la incorporación, en algunos casos, de elementos tóxicos que eran absorbidos por las plantas cuando se contaminaba por alguna razón la solución nutritiva.

Sin embargo, los cultivos hidropónicos continuaron creciendo, ya que al prescindir del suelo incorporaron a la producción (en especial de hortalizas) grandes áreas urbanas de espacios reducidos (techos, paredes y patios); la producción por unidad de área es mayor y generalmente más sana; las plantas crecen y se desarrollan en un período de tiempo menor, son de mejor calidad y se conservan y son más atractivas en el estante. La hidroponía también ha sido empleada por muchas compañías petroleras y mineras que trabajan en lugares remotos e inhóspitos, en donde la agricultura tradicional no permitiría garantizar la producción de vegetales y hortalizas para su personal.

Se conocen plantaciones de esta naturaleza en Lejano Oriente, en la India Oriental, el Medio Oriente, las zonas arenosas de la Península árabe y el Desierto del Sahara; en áreas fuera de la Costa venezolana, en Aruba y Curazao, y en Kuwait. En 1946, Sholto Douglas llevó la hidroponía a la India y con investigadores locales realizó los primeros experimentos en la Granja Agrícolas de Kalimpong , en el Distrito de Darjeeling (Bengala), sin embargo, un sistema tan complejo como el que se empleaba en Gran Bretaña y norteamérica, resultó altamente impráctico y honeroso.

Por esta razón, se planteó el desafío de convertir a la hidroponía en un sistema simple y económico que permitiera cultivar con éxito hortalizas, verduras y otras plantas, en esta región de Asia. Al cabo de dos años, se desarrolló el sistema Bengalí de Hidroponía, el que ha permitido cultivar sin suelo millones de toneladas de hortalizas y ha contribuido a mejorar la alimentación y los ingresos de cientos de miles de familias indúes a lo largo de las últimas cuatro décadas. Los cultivos hidropónicos también se emplean para la producción de forraje y alimento a partir de semillas de trigo, cebada y maíz, principalmente, para aves y animales herbívoros en granjas y zoológicos.

Aunque este sistema de cultivo presenta algunos inconvenientes cuando no se maneja adecuadamente la técnica, a lo largo de los últimos años, científicos e investigadores han realizado interesantes aportes, con el propósito de simplificar y desescalar una tecnología que puede ser muy compleja. Esto ha inducido en su expansión a casi todos los países del mundo.

En Colombia, los cultivos hidropónicos son ampliamente conocidos. Estos se introdujeron a nivel experimental desde los años cincuenta y desde esa época han venido desarrollándose y se han convertido en uno de los factores más importantes en el avance de la actividad agroindustrial a nivel nacional.

La hidroponía en nuestro país, entre 1986 y 1990, tuvo enormes transformaciones, gracias al respaldo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Centro Las Gaviotas y empresas del sector privado como Coljap. En ese período, esta técnica de cultivo se desescaló a tal nivel, que permitió el surgimiento de la Hidroponía Popular ó Hidroponía Social.

La Hidroponía Popular involucra un gran acervo de conocimientos y desarrollos científicos que se han codificado en un lenguaje sencillo y de fácil comprensión por cualquier persona que desconozca la técnica y que le permite iniciar con éxito una plantación en cualquier espacio soleado de su vivienda o en sus alrededores, cultivando así las hortalizas, verduras, flores de corte, y algunos frutales, que le garantizarán su seguridad alimentaria y la generación de ingresos económicos crecientes, cuando cultiva una plantación superior a 20 metros cuadrados.

En 1988 surgió la Asociación de Hidrocultivadores de Jerusalén (APROHIJE), en Ciudad Bolivar, Bogotá, D.C., conformada por más de cien familias con plantaciones hidropónicas en sus viviendas, que aún hoy, doce años después, comercializan en supermercados para consumidores de alto nivel económico, sus hortalizas regadas con agua limpia y cultivadas sin agrotóxicos.

Este proyecto fue el origen y el centro de dispersión de la Hidroponía Popular, por todo el continente americano (República Dominicana, Haití, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Honduras, México, Panamá, Venezuela, Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina, Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay) y algunas regiones de África Sub-ariana y Asia, ya que el PNUD y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) la incluyeron en sus programas de cooperación internacional por ser una de las ecotecnologías para el Desarrollo, con mayor capacidad para activar procesos de organización comunitaria y producción rápida de alimentos a bajo costo.

El impacto de la Hidroponía Popular ha sido tan grande que inspiró a muchos empresarios para que investigaran sobre la técnica hidropónica y la incorporaran a la producción de tomates y fresas bajo invernadero.

El fuego del tulipán rojo

Posteriormente, la hidroponía se introdujo a la industria del cultivo de flores, como una alternativa para el manejo de problemas sanitarios en los cultivos, en especial los causados por Fusarium oxysporum. Hoy el cultivo hidropónico de clavel, rosas, pompones, statices, snapdragons, hortensias, calas, alstroemerias y muchas otras especies florícolas es muy común, estimándose alrededor de 2000 ha, cultivasda bajo este sistema en las plantaciones de flores comerciales en Colombia.

EL PRESENTE

El desarrollo del plástico, influyó en forma positiva no solo en la agricultura en general, sino también en la hidroponía, ya que solucionó muchos de los problemas relacionados con la contaminación de la solución nutritiva por la corrosión de elementos metálicos y de concreto empleados en algunos de los componentes del sistema.

La aparición a nivel comercial de la fibra de vidrio y de los plásticos (el poliéster, el polietileno y el vinilo), permitió, por ejemplo, el desarrollo de la agricultura protegida (cultivos en invernadero); el reemplazo de las antiguas válvulas de bronce, lográndose eliminar el contacto del metal con la solución; se fabricaron bombas recubiertas; se aislaron con láminas de plástico las camas de concreto; se introdujeron tanques plásticos para el almacenamiento, mezcla y suministro de las soluciones nutrientes; además, se desarrollaron rápidamente nuevos sistemas de riego con mejores bombas, temporizadores, tuberías plásticas, válvulas solenoides y nuevos equipos; todo esto permitió la introducción de los más recientes avances de la electrónica, la informática (hardware y software) y de las nuevas tecnologías en comunicaciones e información geográfica, que han hecho de la automatización de la hidroponía una realidad y una tendencia cada vez más generalizada con los consecuentes beneficios ambientales, económicos y de manejo.

Simultáneamente, se ha llegado a conocer con mayor exactitud la demanda de cada uno de los elementos nutricionales por parte de la gran mayoría de las plantas cultivadas, en cada una de sus fases de desarrollo. Aunque aún hay muchas cosas por mejorar, la nutrición vegetal es cada vez más sencilla y equilibrada.

De igual forma, el avance tecnológico en el diseño de calentadores eléctricos, de aceite, gas o gasolina, ha permitido la instalación de invernaderos y plantaciones hidropónicas en los lugares más fríos y remotos del planeta. Además, con el desarrollo de más eficientes métodos irrigación, ventilación y circulación del aire caliente, se ha logrado un mayor control de la temperatura de los invernaderos por parte del hidrocultivador, lo que ha conducido a la obtención de más y mejores cosechas y la adaptación de nuevas especies de cultivo.

El uso de nuevos materiales y técnicas más competitivas ha impulsado la construcción masiva de invernaderos, a bajo costo, en muchos lugares del mundo. Controlar el medio ambiente a través de los equipos instalados en el invernadero y la utilización de la hidroponía como sistema de cultivos, han permitido el crecimiento agroindustrial y considerables incrementos en la producción mundial de hortalizas, verduras y flores.

La hidroponía se vislumbra como una solución a la creciente disminución de las zonas agrícolas producto de la contaminación, la desertificación, el cambio climático y el crecimiento desproporcionado de las ciudades y áreas urbanas; y el continuo aumento poblacional que afecta al planeta.

En la actualidad, algunos supermercados en Estados Unidos y Japón, tienen plantaciones hidropónicas en sus techos, y sus clientes tienen la posibilidad de escoger directamente en el cultivo, las hortalizas que llevarán para su casa. Por ejemplo, un sistema así ha sido diseñado por Deutschmann's Hydroponic Centers en St. Louis, (Estados Unidos) y entró en funcionamiento en 1986.

Hoy, la hidroponía es vista como una de las más fascinantes ramas de la ciencia agronómica y es responsable de la alimentación y de la generación de ingresos para millones de personas alrededor del mundo. Esta técnica se emplea permanentemente en áreas desérticas como Israel, Líbano, Kuwait y el norte de Chile; en islas como Ceylán, Filipinas, La Hispaniola y la Isla de Pascua; en las azoteas de Bogotá, Lima, Santiago, Santo Domingo, Caracas, Buenos Aires, Quito, La Paz, Asunción, Río de Janeiro, Calcuta, Nueva York, Roma, Madrid; en los pueblos desérticos de Bengala Oriental y Suráfrica; y en grandes extensiones comerciales protegidas con plástico en las Islas Canarias, el Caribe, Hawai, Columbia Británica y la Isla de Vancouver en Canadá, Moscú; en los submarinos nucleares rusos y norteamericanos; en las estaciones espaciales rusas y en los transbordadores y naves espaciales norteamericanas, al igual que en las plataformas de perforación en mar abierto.

También en los parques zoológicos y en lugares tan remotos como la Isla Baffin y Eskimo Point en el Artico (Canadá). Empresas comerciales producen alimentos y flores en gran escala en Holanda, La Sabana de Bogotá, en Colombia, Israel, India, Italia, Japón, China y el Sahara.

Con el desarrollo en el proceso de desalinización del agua marina, están desarrollándose extensos complejos hidropónicos en islas y regiones costeras en los más diversos lugares del planeta.

Cada día más, los seres humanos se preocupan por la calidad y el costo de sus alimentos; en este sentido, la hidroponía es una excelente herramienta que facilita el control alternativo de plagas y enfermedades, garantizando la producción casera de hortalizas, verduras, vegetales y frutas libres de pesticidas y residuos de aguas contaminadas.

Esta tendencia de ser autosuficiente se expande rápidamente en los países más desarrollados y promete un auge aún mayor de este sistema de cultivo. En Inglaterra, Estados Unidos, Alemania, Francia, los Países Bajos, Ecuador, Suiza y Colombia, los floricultores prefieren emplear sistema hidropónico, con propósitos comerciales, para la producción de claveles, rosas y crisantemos de gran calidad destinados principalmente para la exportación.

EL FUTURO

Aunque la hidroponía es una ciencia muy joven, que se ha desarrollado durante los últimos 40 años y que sólo en la última década se ha consolidado como una de las alternativas agrícolas más promisorias, es considerada como la tecnología para la producción de alimentos en la Era Espacial y de los Viajes Interplanetarios, gracias a su facilidad de adaptación a las más diversas y difíciles situaciones en nuestra atmósfera terrestre y fuera de ella.

Los cultivos hidropónicos continuarán siendo un medio seguro para la producción de alimentos en los submarinos atómicos, en las estaciones de investigación y monitoreo localizadas en alta mar; aunque continuará desarrollándose para garantizar la sobrevivencia de los seres humanos en el espacio al suministrarle alimento, oxígeno, atrapar del dióxido de carbono, filtrar el agua residual de las naves espaciales y lograr perpetuar la vida más allá de nuestro planeta, también se convertirá en una herramienta fundamental para luchar contra la pobreza, el hambre y la desnutrición en los países menos desarrollados

La hidroponía es la solución para incorporar a la producción extensas y crecientes áreas desérticas, contaminadas e inundadas, producto de la mala utilización de los recursos naturales en nuestro planeta. Como utiliza el agua en forma más eficiente que en la agricultura tradicional, será pieza fundamental en el empleo del agua desalinizada en plantaciones comerciales.

También promete ser el medio más eficiente para el establecimiento de viveros forestales, ya que el crecimiento de las plántulas de árboles como cedro blanco, cedro azul, abeto blanco, pino rojo y otras especies, de acuerdo con experimentos realizados por investigadores de la Universidad de Wisconsin, desde 1966, han demostrado que el crecimiento en un año, es entre tres a cuatro veces mayor en las plántulas cultivadas mediante el sistema hidropónico, comparadas con las desarrolladas en el sistema tradicional.

También, los cultivos hidropónicos permitirán el desarrollo de la industria del turismo en islas y países con insuficiente área agrícola, tal como sucede hoy en día en Hawai, Aruba, Boanire, Curazao y República Dominicana.

La hidroponía se constituirá en una de las herramientas más valiosas para la enseñanza de la biología, la fisiología vegetal, la ecología y la botánica, a millones de estudiantes en escuelas y universidades en todo el mundo.

El desarrollo de la energía solar y la hidroponía, permitirá el establecimiento de invernaderos para el cultivo de plantas, en regiones subtropicales y árticas, en donde antes esta práctica era simplemente imposible, dados los altos costos de un sistema tradicional de energía solar. La ingeniería genética encontrará en los cultivos hidropónicos el medio más adecuado para evaluar la bioseguridad de las plantas sometidas a modificaciones genéticas (OMG), antes de ser liberadas para su cultivo en campo abierto.

Actualmente, la Nasa evalúa técnicas hidropónicas para el cultivo de plantas alimenticias en ambientes sin gravedad, lo que permitiría la realización exitosa de expediciones tripuladas de larga permanencia en la luna, marte y otros planetas. La hidroponía, además, continuará siendo el sistema preferido por todas aquellas personas que tienen como hobby el cultivo casero de plantas ornamentales y hortalizas.

FIN Dr. Calderon Labs.