LA ESTABILIDAD ESTRUCTURAL DEL SUELO.

Por: Felipe Calderón Sáenz
Dr. Calderón Laboratorios Ltda.
Avda. 13 No. 87-81
Bogotá D.C., Colombia S.A.

acaldero@cable.net.co

INTRODUCCION

Se entiende por estructura del suelo el arreglo y la organización de las partículas constitutivas.

Dichas partículas en su estado de máxima división constituyen partículas discretas, las cuales son aproximadamente indivisibles por las fuerzas del agua de riego y las tensiones que se generan durante el secado. Pero dichas partículas se encuentran en su estado natural formando agregados con diversos agentes cementantes y con diverso grado en la fortaleza de la cohesión que las mantiene unidas, formando agregados, también llamados Grumos, Terrones, Boronas.

La Estructura del suelo según Montenegro (1991) tiene influencia en la mayoría de los factores de crecimiento de las plantas, siendo, en determinados casos, un factor limitante en la producción. Una estructura desfavorable puede acarrear problemas en el desarrollo de las plantas, tales como el exceso o deficiencia de agua, la falta de aire, la incidencia de enfermedades, la baja actividad microbiana, el impedimento para el desarrollo de las raíces, etc; por el contrario, una estructura favorable permitirá que los factores de crecimiento actúen eficientemente y se obtengan, en consecuencia, los mayores rendimientos de las cosechas.

Desde el punto de vista de la estructura del suelo, la agregación está dada por dos fenómenos importantes que son la floculación y la cementación. La floculación se debe a fenómenos electrocinéticos, es decir, se produce cuando partículas cargadas negativamente se acercan lo suficiente a otras de igual carga de tal manera que puedan ser unidas por un puente de carga contraria; al perder estabilidad en el sistema, muchos coloides "floculan"; la cementación, por otra parte, consiste en el enlace mutuo de las partículas floculadas, por acción de diferentes materiales o sustancias, denominadas "cementantes"; materiales orgánicos (humus), coloides inorgánicos (Al, Fe), carbonatos, óxidos, etc.

La formación de agregados estables requiere que las partículas primarias estén firmemente unidas entre sí, que no se dispersen en agua. En otros términos, la formación de agregados incluye tanto la floculación como la cementación.

FACTORES QUE AFECTAN LA ESTABILIDAD ESTRUCTURAL

Distribución de Partículas por Tamaño

Entre los múltiples factores que afectan la Estabilidad Estructural de los suelos tenemos en primer lugar la Distribución de Partículas por Tamaño, la cual constituye una de las características mas importantes por cuanto afecta innumerables propiedades de los suelos, entre ellas: la superficie específica, la consistencia, la estructura, la porosidad, la velocidad de infiltración, la conductividad hidráulica, etc.

La distribución de partículas por tamaño, se refiere a las proporciones relativas de arenas, limos y arcillas y, también, a las partículas o fragmentos superiores a 2 mm, hasta llegar a los tamaños de gravillas y gravas o fragmentos de mayor tamaño.

Esta distribución afecta la estabilidad estructural notablemente, por cuanto condiciona la "agregabilidad" o facilidad o tendencia de las partículas a dejarse unir entre si. Para que las partículas de un suelo puedan unirse entre si, se requiere de un cierto porcentaje de partículas finas, muy finas y de tamaño arcilla. Los suelos excesivamente arenosos, y cuando su fracción arena es muy gruesa, > de 2 mm, poseen muy poca "agregabilidad". Por el contrario, cuando los suelos poseen un alto contenido de arcilla, su agregabilidad es alta. No quiere decir esto que tengan estabilidad estructural ya que dichos agregados podrían desbaratarse relativamente fácil en el agua. Cuando el suelo no tiene "agregabilidad", es difícil lograr su estabilidad estructural, como es el caso con suelos formados por arenas gruesas.

Muchos investigadores han llegado a la conclusión de que la textura mejor balanceada corresponde a la de los suelos francos con arcilla entre 10 y 25%, limo entre 28 -50% y arena entre 30-55%. (Montenegro, 1991)

Cantidad y Clase de Arcillas

La cantidad y clase de arcillas tiene un marcado efecto sobre las propiedades del suelo que determinan su Estabilidad Estructural.

Entre las principales fuerzas que ligan las partículas elementales del suelo podemos destacar aquellas que se originan en los puentes Kaolinita-Calcio-Acido Húmico (Kaolinita-Ca-AH), Ilita-Calcio-AcidoHúmico (Ilita-Ca-AH) y Montmorillonita-Calcio-Acido Húmico (Montm-Ca-AH). Estas han sido estudiadas por Varadachari, Mondal y Gosh (Soil Science, Marzo 1995), quienes encontraron que a nivel de las partículas de arcilla, los puentes con el Acido Húmico se pueden establecer con diverso grado de fortaleza, dependiendo del catión intermediario, y del grado de saturación de la arcilla con Calcio, siendo mayor la ligazón del Acido Húmico a través de puentes Calcio que a través de puentes Sodio. También encontraron los mencionados autores que la ligazón Ilita-Ca-AH es mas fuerte que la ligazón Montm-Ca-AH pero que esta ultima se ve afectada y puede aumentarse dependiendo del grado de dispersión y de otros factores.

MATERIA ORGÁNICA

Cuando la materia orgánica de las plantas se descompone por acción de los microorganismos y macroorganismos del suelo, sus productos, junto con las secreciones de los organismos vivientes, suministran materiales muy aptos para unir las partículas del suelo entre sí.

Los polisacáridos en particular, parecen favorecer la estabilidad de los agregados naturales; sus moléculas conforman una estructura alargada, lineal y flexible que fomenta el contacto estrecho de las partículas , uniéndolas por llenado del vacío entre ellas.

La acción cementante de los compuestos orgánicos es diferente, ya sea referida a sus cantidades totales, a la composición de los mismos o a los productos resultantes de la humificación. Estos últimos constituyen los principales agentes cementantes y de conservación de la estructura en los suelos tropicales. Debe anotarse que la acción orgánica supera la de los óxidos e hidróxidos de Hierro y Aluminio, aun cuando estos determinen la agregación de aquellos horizontes subsuperficiales con altos contenidos de ellos. (Montenegro, 1991)

TIPO DE MATERIA ORGÁNICA

Hay ciertas diferencias entre los varios tipos de materiales orgánicos en el suelo, las cuales deben ser comprendidas cuando se trata de manejarlas. Wallace, A. ha dividido la materia orgánica del suelo en cinco diferentes fracciones; dos representan detritus y tres representan materiales verdaderamente incorporados al suelo. (Wallace., 1994)

La Fracción Estructural de los Detritus. Esta comprende los fragmentos de paja, madera, tallos, y partes relacionadas. Puede incluir papel, cartón y otros desechos carbonáceos. Su tiempo de descomposición es cerca de tres años. Su relación Carbono:Nitrógeno varía alrededor de 150:1. Son productos altos en lignina. Se descomponen lentamente con perdida de Anhídrido Carbónico usualmente con asimilación microbial de su Nitrógeno, lo cual constituye inmovilización del Nitrógeno. Este Nitrógeno también puede provenir alternativamente de la fijación biológica de nitrógeno. Los productos orgánicos sobrantes se incorporan en otras fracciones junto con algo de su Nitrógeno.

La Fracción Metabólica de los Detritus. Esta comprende las partículas de hojas, corteza, flores, frutos y abono animal. Su tiempo de descomposición es menor de medio año. Su relación Carbono:Nitrógeno generalmente va de 10 a 25. Estos productos se descomponen con perdida de Anhídrido Carbónico y se incorporan a otras fracciones con mas estrecha relación Carbono:Nitrógeno. Esta transformación implica que la mayoría de los compuestos orgánicos residuales se hacen parte de los cuerpos de los microorganismos, que constituyen la siguiente fracción. Esta fracción cede Nitrógeno mineral a medida que se descompone con pérdida de Anhídrido Carbónico.

La Fracción Activa Viva en el Suelo. Esta es la fracción compuesta por los cuerpos de los microbios vivos o que han vivido, y sus metabolitos. Su tiempo de descomposición es variable, pero es razonablemente estable de tal manera que su carbono permanece en el reservorio por un promedio de 1.5 años. Su relación Carbono:Nitrógeno es alrededor de 5 a 15. Esta fracción recibe Nitrógeno de otros reservorios y también cede Nitrógeno al suelo; da vida al suelo.

Una cucharadita (5 gr) de suelo puede contener cinco billones de bacterias, 20 millones de hongos varios, un millón de protozoarios y aun algunos organismos mayores. Los microbios dentro de estos ecosistemas funcionan diversamente para crear mejor suelo y para mantener en balance a otros organismos que podrían destruir las cosechas.

Los microorganismos vivos construyen sus cuerpos principalmente tanto de la materia orgánica estable como de la materia orgánica no estable del suelo. Aquí es donde la bioquímica del suelo se complica y se vuelve muy interesante.

La Fracción Lenta y Descomponible. Esta fracción es como el compost maduro. Tiene un tiempo de descomposición de 2.5 años y una relación Carbono:Nitrógeno de 10:1 a 20:1. Los composts con relaciones de 20:1 que se han hecho parcialmente estables durante largos períodos de digestión biológica continúan su proceso de digestión en el suelo debido a que su relación C/N es mayor que la de la materia orgánica estable y continúan al menos hasta que se alcance una relación de 10:1 . Para alcanzar la relación estable de 10:1, los microbios usan las fuentes de carbón en su metabolismo para liberar anhídrido carbónico, lo cual, gradualmente disminuye la relación. Fuentes adicionales de Nitrógeno pueden hacer lo mismo, con menos perdida de anhídrido carbónico. El Nitrógeno es asimilado (inmovilizado) en la materia orgánica o liberado (mineralizado) de acuerdo a la relación de la materia orgánica con el estado estable o de acuerdo a la relación Carbono:Nitrógeno.

Esta es la fracción de la materia orgánica del suelo que realmente se descompone con la labranza y los cultivos para liberar un nitrógeno que puede ser usado por las cosechas. Esta fracción entonces tiene una considerable influencia sobre favorables propiedades físicas del suelo.

La Fracción Orgánica Pasiva durable 1000 Años. Esta es la fracción altamente estable y recalcitrante de la materia orgánica con tiempos de descomposición de alrededor de 1000 años. Tiene una relación Carbono:Nitrógeno de 7:1 a 9:1 y otras características relativamente bien definidas. Es resistente a la oxidación aun después de que la fracción lenta ha sido agotada (Paustian et al., 1992, Wagner, 1989-1990). No se descompone fácilmente y puede haber estado ahí como tal por miles de años. Esta fracción no esta en equilibrio dinámico con los otros tipos de materia orgánica del suelo. Sin embargo, puede ser adicionada o sustraída. Algunos microbios pueden usarla como fuente de energía. Puede ser reabastecida tanto de la fracción activa como de la fracción lenta. Tiene una relación Carbono:Azufre bastante constante pero no Carbono:Fósforo. Esta materia orgánica es realmente una forma de "cemento" que se liga con las partículas del suelo, usualmente a través de puentes Calcio. Este cemento mantiene unidas las partículas del suelo y le imparte estructura al suelo, tan importante para la aireación, penetración del agua, control de erosión crecimiento radicular y crecimiento de los microorganismos favorables a las plantas. La fracción lenta sin embargo, puede ser mas importante para este propósito que la fracción pasiva.

ESTRUCTURA FÍSICA DE LA LIGAZÓN DE LAS PARTÍCULAS CON LA FRACCIÓN PASIVA CEMENTANTE.

Se han postulado tres tipos de enlace entre las diversas partículas de suelo (Montenegro, 1991)

Tipo A: Cuarzo - Materia Orgánica - Cuarzo
Tipo B: Cuarzo - Materia Orgánica - Arcilla
Tipo C: Arcilla - Materia Orgánica - Arcilla

Entendemos por cuarzo todo tipo de minerales exentos de cargas de superficie.

Este modelo propuesto por Emerson en 1959 citado por Montenegro (1991), tiene aspectos interesantes, algunos de los cuales son discutibles a la luz de los resultados experimentales de la actualidad.

La ligazón Cuarzo-Materia Orgánica, dudosamente podría existir debido a la carencia de cargas importantes en la superficie del cuarzo sobre las que se pudiera adherir una molécula orgánica. En nuestro laboratorio no hemos podido obtener ligazón Cuarzo-Materia Orgánica-Cuarzo.

Por el contrario la ligazón Arcilla-Materia Orgánica ha merecido mayor cantidad de estudios y también en nuestro laboratorio hemos obtenido buenas ligazones Arcilla-Materia Orgánica-Arcilla. Estas ligazones como vimos anteriormente, dependen del tipo de arcilla y también de la parte involucrada de la arcilla, sea cara o borde, pudiéndose dar cuatro tipos de situaciones, todas con diverso grado de fortaleza en el enlace:

Cara-MO-Cara;
Borde-MO-Cara;
Borde-MO-Borde;
Borde-Cara;

De estas ligazones, la última no es una ligazón con Materia Orgánica, y cristalográficamente no tiene importancia por cuanto no constituye ningún mineral definido. Se trata solamente de débiles y eventuales cargas electrostáticas.

Los otros tipos de ligazones, tienen marcada importancia en la estabilidad estructural de los suelos y hasta hoy se viene estudiando la naturaleza química del o los compuestos orgánicos que hacen esta ligazón.

A las anteriores ligazones habría que añadir por cierto la necesidad de estudiar mas a fondo la fuerte ligazón existente entre las partículas del tipo particular de Arcilla Alofana-MO.

NATURALEZA QUÍMICA DE LA LIGAZÓN

Durante la descomposición de los tejidos de las plantas y microorganismos, se liberan al suelo un número considerable de sustancias que van desde los alifáticos simples hasta los complejos aromáticos y heterocíclicos. Muchos de estos compuestos se consideran productos intermediarios del metabolismo de plantas y microorganismos. Algunos se pueden liberar en el suelo como exudados de las raíces, mientras que otros resultan de la degradación oxidativa de la materia orgánica. (Burbano, 1990)

Muchos de los compuestos mencionados que influyen fuertemente en la estabilidad estructural del suelo, son del tipo de los polisacáridos, los cuales son a su vez biodegradables, y su acción es efímera, siendo necesario un continuo reabastecimiento de los mismos en aras de mantener una estructura estable. Este reabastecimiento implica a su vez que los microorganismos que los producen tenga alimento o sustrato para poder ejercer su actividad metabólica en forma continua a largo plazo. Otros por el contrario, de estructuras mas polimerizadas y complejas, con grupos fenólicos y radicales amínicos, son mas estables, confiriendo estabilidad a mas largo plazo.

El Humus se considera como el estado estacionario, cuasi final, mas importante y significativo de los compuestos orgánicos adicionados y presentes en los suelos. Esta constituido por diversos polímeros con eslabones tanto cíclicos como acíclicos y diverso grado de ramificación, con pesos moleculares que van desde pocos cientos de unidades hasta varios cientos de miles. En la figura correspondiente se presenta una propuesta de estructura de las sustancias húmicas, destacándose un núcleo central de carácter aromático-pirrólico, con Nitrógeno y Oxígeno heterocíclico, junto con cadenas laterales fácilmente hidrolizables que darían origen a ácidos Fúlvicos y a Nitrógeno Amídico. (Burbano, 1990)

Los ácidos húmicos típicos presentan una unidad elemental aromática que tiene en la periferia uno o varios grupos funcionales, que les confieren propiedades físico-químicas definidas a la materia orgánica. Los principales núcleos son: ácido benzoico, pirrol, benzoquinona, furano, pirina. Además se encuentran hidrocarburos aromáticos polinucleares (HAP) como fenantreno, flouranteno, pireno entre otros. A veces se presentan azúcares (sacáridos) y aminoácidos como grupos accesorios de los AH. Como radicales externos se encuentran grupos ácidos de carácter fenólico y carboxílico (-OH, -COOH). Los grupos Amínicos (-NH2), como radicales externos, son muy comunes y pueden contribuir hasta con el 70 % de los radicales externos del humus. (Burbano, 1990). De ellos resultan las propiedades de acidez de los AH del humus y su capacidad de formar uniones fuertes con el Calcio.

A pesar de haberse estudiado mucho la carácterización química de los humus con base en el fraccionamiento obtenido en el laboratorio con base en su solubilidad en soluciones ácidas, alcalinas y de alcohol etílico, poco se ha avanzado a partir de este punto. Mas por el contrario se ha avanzado por el conocimiento de su tipo de acción fisicoquímica y comportamiento polielectrolítico, permitiendo sintetizar sustancias que tienen idéntica actividad pero diferente estructura.

Las características de carga de las sustancias húmicas dependen del grado de disociación de los grupos Carboxil, OH-Fenólicos y NH2-Amídicos. A pH menor que 3 se dice que la disociación de estos grupos funcionales se suprime, y la molécula húmica se comporta como un polímero sin carga. No obstante, a valores de pH entre 3 y 9 tiene lugar la disociación de los grupos carboxilo y amida, mientras que a pH mayor de 9, los grupos OH-Fenólicos también se disocian. Por esto, la molécula húmica se comporta como un polielectrolito cargado negativamente, esto es, un polielectrolito aniónico, a valores de pH superiores a 3.0

Con base en las anteriores consideraciones se ha llegado a sintetizar sustancias que tienen la misma actividad húmica desde el punto de vista de su actividad polielectrolítica, como es, su actividad agregante sobre las partículas del suelo.

MUESTREO Y METODOS ANALITICOS

Para medir la estabilidad estructural de los suelos se utilizan diversos métodos citados en otras partes, entre los cuales se destacan los siguientes:

a. Método del tamizado en Húmedo ( Método de Yoder)
b. Método de la "Borona" (Método de Emerson)
c. Prueba de Agregación con Yeso
d. Método de Elutriación (Dr. Calderón Laboratorios)

INTERPRETACION DE RESULTADOS

Un suelo virgen rico en materia orgánica, como los suelos que se encuentran sembrados de kikuyo de mas de 10 años en la sabana de Bogotá y en los valles de Ubaté, tienen estabilidades cercanas al 100 %. Por el contrario, los suelos trabajados en cultivos de flores como clavel, rosas, etc., sin ningún aporte de materia orgánica durante los últimos 8 a 10 años, presentan estabilidades de 20 al 30 % únicamente.

Para que un suelo no tenga problemas de estructura, es necesario que tenga estabilidades superiores al 80 %. Cuando la estabilidad es inferior, la parte que se desborona, se cuela por entre los poros y grietas de la parte estable, rellenándolos completamente y produciendo el sellamiento del suelo. (Erosión hacia adentro)

Si el suelo no presenta una estabilidad aceptable, es necesario entonces, proceder a recomendar las enmiendas que mas convengan, tales como materia orgánica, cascarilla de arroz, escorias, arcillas, caolín, bentonitas, yeso, acondicionadores químicos etc.

Con el fin de establecer las dosis óptimas de acondicionadores y comprobar su efecto sobre la estabilidad del suelo se debe realizar una "Curva de Estabilidad Estructural", consistente en determinar el efecto que sobre la estabilidad del suelo tienen diversas dosis de acondicionadores.

Curva de Estabilidad Estructural

Consiste en realizar los tratamientos recomendados a submuestras de suelo de 1 kg c/u y luego realizar las medidas de estabilidad a cada tratamiento. Los resultados de estas mediciones se llevan a una gráfica contra las dosis de acondicionadores escogidos y se determinan las dosis óptimas como aquellas que producen una estabilidad igual o superior al 80 %.

RECOMENDACIONES

Las principales estrategias que se pueden recomendar para mejorar la estructura física de un suelo así como su Estabilidad son las siguientes:

1. Realizar un Análisis Super-Completo del Suelo, incluyendo todos los parámetros Físicos y Químicos.
2. Realizar las pruebas de Agregación con Yeso y Acondicionadores Químicos.
3. Realizar las pruebas de la Borona Reconstruida
4. Realizar la Curva de Estabilidad Estructural con el tratamiento escogido.
5. Supervisar muy bien la ejecución de las recomendaciones establecidas.

REFERENCIAS

Wallace, A. and G. A. Wallace. 1994. Water-Soluble Polymers help protect the Environment and correct Soil Problems. Communications in Soil Science and Plant Analysis. 25:105-108.

Rojas, A. 1991. Criterios para la interpretación del análisis mineralógico de arcillas. En: Seminario-Taller "Fundamentos para la interpretación de Análisis de Suelos, Plantas y Aguas para riego". Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo, Bogotá D.E. Colombia.

Wallace, A. 1995. Test de la Borona. Comunicación personal.

Montenegro G., H. 1991. Interpretación de las propiedades Físicas del Suelo (Textura, Estructura, Densidad, Aireación, etc.) En: Seminario-Taller "Fundamentos para la interpretación de Análisis de Suelos, Plantas y Aguas para riego". Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo, Bogotá D.E. Colombia.

Burbano, O., H. 1990. Interacciones de la Materia Orgánica y los Elementos Menores. En: Seminario: Actualidad y Futuro de los Micronutrimentos en la Agricultura. Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo, Palmira. Colombia.

Varadachari, Ch., Mondal, A. and K. Ghosh. 1995. The influence of crystal edges on Clay-Humus Complexation. Soil Science 159:185-190